Muchas veces nos encontramos con la singularidad de impresionarnos ante la realidad a través de una muestra cinematográfica.
El cine actual intenta dar una impresión violenta, realista y comercial a la vez, de la vida de esta humanidad.
Violencia, sexo, dolor, drama, tragedia, palabras claves que nos envuelven y nos enredan cada vez más, en un entramado casi letal para cualquier ser humano que esté a favor o en des-favor de este tipo de cine.
Sin embargo, es enriquecedor que nos congregue para que bajo otro tipo de visión, otro punto de vista, podamos rescatar distintos aspectos de esa muestra del llamado “séptimo arte”, para poder conocernos y reflexionar ante el desarrollo de diálogos, imágenes y luces.
La pregunta que surge es la siguiente: ¿Somos capaces los seres de humanidad de poder reflejar algún destello de esa herencia Divina que lo consagra quiera o no quiera?
Si una expresión de la vida como es el arte, tiene como fin representar a una parte de esa Creación reflejada en cada acto del ser, como extensión del arte que lo creó; entonces, deberíamos ver en cada película una parte de esa Divinidad que nos contiene y nos da vida todos los días de nuestros días.
Si violencia, muerte, y tragedia invaden constantemente nuestros sentidos a través de la pantalla cinematográfica, evidentemente, no estamos expresando a la vida, a la creatividad que ella supone, a la belleza como exponente y forma que tiene la Creación para crear. Sin embargo, en cualquiera de estas expresiones, tanto el arte como la belleza, se pueden contemplar en el cine contemporáneo.
Es obvio, que el cine de las últimas décadas ha ido perdiendo paulatinamente su expresión como reflejo de la Creación que crea y da vida cotidianamente.
Paradójicamente, las películas galardonadas y reconocidas mundialmente, no suelen ser, en general, aquellas que expresen lo mencionado en relación a la Creación. Sino todo lo contrario.
Nos seguimos preguntando entonces: ¿se identifica la humanidad en estos dramas cotidianos? Obviamente, la respuesta es sí.
Por que es su estilo de vida, porque estas expresiones de guerra, hambre, codicia, lujuria, violencia de género, son el pan de cada día.
Nos hemos anestesiado ante tanta cotidianeidad violenta, doméstica, esclavizante y lo peor de todo es que en muchas de estas escenas, los actores somos nosotros mismos. No nos dan Oscares, ni Globos, ni Palmas…pero que no nos quepa la duda que nos esforzamos cotidianamente para cumplir cada vez más nuestro papel, nuestro guión, nuestro rol protagónico. Somos parte de la película más dramática, irónica, patética y violenta que es…el estilo de vida de esta humanidad. El director, el productor y realizador por excelencia: el varón.
En cinema Tian, se intenta rescatar el arte cinematográfico como expresión sanadora, ahondando en aquellas muestras fílmicas, pasadas y contemporáneas, que ya han quedado olvidadas, o bien, no son conocidas, por pertenecer a sellos independientes de la gran industria del cine (véase Hollywood); como también, redescubre, aquellas películas pertenecientes a otras culturas, otras costumbres, otros países, en otras palabras, otros estilos de vida.
En todas ellas, se intenta dar una visión, un enfoque, un punto de vista, diferente, renovador, sanador, aunque en muchas de las mismas, exista como argumento el drama, la tragedia, el dolor.
Los invitamos a penetrar en una dimensión de sueños, de identificación, de vivencia, de emociones que conmuevan el alma, y que a partir de allí…el arte…sea, una vez más, la vía motora que nos regocije el corazón y nos conecte con el Cielo.




Si tuviéramos que establecer criterios y referencias relacionados con la belleza, la impecabilidad, el buen gusto, la buena intencionalidad, el detalle y la pulcritud mesurada, no dejaríamos de mencionar sin duda alguna, que en el Festín de Babette de Gabriel Axel, éstos criterios y referencias, muy carentes en la cotidianidad de la especie humana hoy , están elaborados como si fueran exquisitos manjares y servidos en sus mejores platos, posibilitando que de alguna u otra forma, produzcan un leve pero importante cambio en la vida de las personas.
Nuestra sociedad ha buscado a lo largo del tiempo, diferentes métodos, vamos ha llamarles “artificiales” hasta cierto punto, para cambiar sus maneras de ser, como pueden ser el alcohol, las drogas, etc.

Quizás el o los efectos que provocan, duren poco, pero existen, y es el efecto placer. A veces los efectos placenteros duran poco, son cortos pero intensos y profundos y bien merecen la pena. Otras veces son intensos, profundos y largos. Benditos sean, aunque sean escasos.

Cinematian

Cinematian
Cine de Dios...

Seguidores